Se trata de una danza que combina elementos de Oriente Medio con otros del Norte de África.
Incluye movimientos del folclore egipcio, danza clásica y contemporánea con grandes desplazamientos, vueltas y movimientos de todas las partes del cuerpo, pero sobretodo de las caderas.
Los movimientos rotativos que por lo general son lentos, simbolizan la tristeza, en cambio los movimientos rápidos expresan alegría.
Todos los movimientos se relacionan con la naturaleza. Las plantas de los pies se apoyan sobre el suelo y simbolizan la tierra y cuando extiende los brazos simboliza las aves.
Las bailarinas crean ondas que simulan las dunas del desierto con las faldas. Los beneficios de este baile son tanto físicos como mentales.
El baile es un buen ejercicio cardiovascular y ayuda a mejorar la flexibilidad y la fuerza. Una sesión de 60 minutos puede quemar sobre las 330 calorías.
